CIRCUITO CERRADO
Impresión Fotográfica
"Un énfasis a la resistencia" Museo del Barrio. Nueva York
2018
Fotografía: Daniel López
Logística: René Martínez y Blasco Moscoso
Producción educativa: Manantial Gutiérrez, Jhonny Morocho, Andrés Zeas y Oscar Moscoso
Locación: Centro de Reclusión Social de Turi (Cuenca-Ecuador)
Privados de libertad: Fabián, Benito, Cristian, Ricardo, Pedro, Alexander, Álvaro, Juan, Diego, René, Edgar, David, Franklin, Víctor, Jean, Kevin, Gabriela, Gina, Erika, Yeimy, Blanca, Tamara, Karla, Shyrley, Adriana, Janeth, Dolores, Leidy, Eva y Evelyn.
2019
La pieza se sumerge en la exploración de un circuito cerrado desde diferentes perspectivas. En un sentido literal, se aborda el concepto de un circuito cerrado como el flujo de corriente o electrones que circulan de un punto a otro en un circuito eléctrico. Sin embargo, el enfoque se desplaza hacia el ámbito de la videovigilancia y su relación con el control y la privación de la libertad.
La artista se adentra en el ambiente de una prisión, donde sus sentidos se agudizan en medio del frío de los pasillos, los sistemas de alta tecnología de vigilancia y los protocolos estrictos. En este entorno, donde uno se siente vulnerable y despojado de todo, se experimenta un desalojo personal que revela la naturaleza casi impenetrable de este espacio.
El proceso creativo consta de cuatro etapas: convivencia, acción y registro, la calle y un remanente fotográfico. Estas etapas se desarrollan como estrategias poéticas más que como críticas directas a las instituciones carcelarias. "Circuito Cerrado" tiene como objetivo fomentar una reflexión social sobre el control y la administración de la privación de la libertad, destacando cómo el encierro se convierte en una forma de castigo que afecta a las personas y encapsula una realidad compleja.
A través de la representación de micro paisajes, esta obra desvela espacios ocultos, segregados e invisibles dentro del sistema penitenciario. Estos espacios, marcados por acciones casi invisibles y silenciosas, invitan a reflexionar sobre el cuerpo más allá de su presencia física, trascendiendo las barreras físicas y emocionales impuestas por el encierro.
Plantea una exploración artística que busca generar una conciencia colectiva sobre la importancia de repensar y transformar los sistemas penitenciarios, fomentando la empatía y la comprensión de las realidades de las personas privadas de libertad. Invita a cuestionar el control y la vigilancia en la sociedad, y a reflexionar sobre la necesidad de buscar alternativas más humanas y justas.









