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LA SILLA VACÍA

Arte Acción-Performance  (audiovisual)

Una de los cinco artistas seleccionados e invitados por el Banco Interamericano de Desarrollo para la Cumbre Internacional "Cómo sanar un mundo herido"

Lugares de exposición: Washington y "Trashumantes" en la feria Chaco en Chile

2021

‘No tenemos ni para el agua, peor vamos a tener para una computadora’

Madre anónima (Guayaquil) 

"Silla Vacía" aborda la problemática de la digitalización y la escasez de recursos en los sistemas de educación y salud pública, buscando enfoques esperanzadores en lugar de adoptar un tono pesimista. La obra se centra en la idea de una generación perdida en términos de cognitividad, juego, aprendizaje, conocimiento y educación.

La acción, concebida como un video de aproximadamente 20 minutos, se desarrolla desde la poesía visual. La silla vacía se convierte en un objeto simbólico y un mecanismo de participación ciudadana, enmarcado en la Constitución de la República del Ecuador y en las ordenanzas municipales que buscan resolver problemas comunitarios y escuchar a la ciudadanía.

A lo largo del video, se muestran recorridos por las fachadas de escuelas, guarderías, universidades y colegios, revelando su estado actual, muchos de ellos cerrados. Estos lugares dedicados a la pedagogía han permanecido cerrados durante un año debido a la emergencia sanitaria del COVID-19, lo que ha impactado significativamente en la educación de niños, adolescentes y jóvenes.

Mientras se realiza este recorrido visual, se escuchan audios de diversas entrevistas realizadas a niños, adolescentes y jóvenes, en respuesta a la pregunta: "¿Cómo nos ayudará el arte a superar la pandemia?". Estas respuestas reflejan la importancia del arte como una herramienta de resiliencia y esperanza en tiempos difíciles.

La carga, el tránsito y el llevar la silla por diferentes territorios simboliza su presencia en el arte, en las ciudades, en el campo, en la crianza y en la comunidad. La silla vacía también se relaciona con la ausencia de una mochila de experiencias y oportunidades en la educación de los jóvenes. La performance busca generar reflexiones sobre la esperanza como una capacidad de empatía y cuidado del cuerpo social, destacando la importancia de abordar la inequidad en el acceso a la educación y la necesidad de construir un futuro más equitativo.

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