PRETÉRITO
ARTE ACCIÓN (intervención en espacio público)
Valcheta - Argentina
Única artista ecuatoriana de la edición
Obra ganadora del Segundo Premio de la 1era Bienal de Arte Río Negro (ARG)
2022
Pretérito toma como referencia el bosque petrificado de Valcheta, comprendido como un organismo pretérito que dejó huellas de su existencia y un legado cultural y ecológico. A partir de esta noción, la obra establece una conexión metafórica con la historia de los pueblos originarios del territorio, contribuyendo a un diálogo respetuoso con la diversidad cultural y social de la comunidad.
La obra se inicia cuando Machado se aproxima a un territorio y a un contexto que no le son propios, marcados profundamente por la memoria mapuche, la violencia colonial y las tensiones históricas en torno al territorio. Valcheta es un lugar de referencia indígena desde mucho antes de la Conquista del Desierto, nombre que recibió la serie de expediciones militares emprendidas por el gobierno argentino entre 1878 y 1885 con el objetivo de expandir el territorio nacional hacia el sur y controlar las tierras habitadas por los pueblos originarios. Además, fue fundado sobre uno de los campos de concentración indígena más recordados de la Patagonia.
En el desarrollo de la acción, la artista levanta un fragmento de la vereda de cemento para poner a la vista la tierra que había permanecido oculta, en un gesto que se asemeja a pelar una fruta. En ese momento, y para posibilitar la intervención, se gestionó una modificación permanente con la municipalidad de Valcheta, contando con la autorización para intervenir un bien público en nombre de la memoria colectiva. Este proceso contó con voluntad política, en tanto la municipalidad se encontraba realizando un ejercicio de restitución simbólica al retirar bustos de bronce de figuras históricas que, según investigaciones recientes, participaron en procesos de genocidio contra el pueblo mapuche.
El espacio abierto es llenado con más de 500 piedras recolectadas en una mina local vinculada históricamente al tránsito mapuche. Cada piedra representa simbólicamente a una persona mapuche o tehuelche que estuvo recluida en el campo de concentración que funcionó en Valcheta entre 1878 y 1941, de acuerdo con la investigación territorial realizada. A través de este procedimiento, la artista transforma las piedras en un archivo vivo, donde la materia opera simultáneamente como dato histórico y como cuerpo simbólico. El acto se configura así como un gesto ritual de restitución: la tierra recibe nuevamente fragmentos de su propia historia, de aquello que fue vulnerado y desplazado.
El proyecto incorpora además un dispositivo pedagógico de mediación cultural, conformado por una placa de piedra pintada con la siguiente leyenda:
“Valcheta se fundó sobre un campo de concentración. El ejército argentino lo usó para concentrar a indígenas del sur, llevados a pie por cientos de kilómetros. Registros oficiales indican que más de 500 mapuches y tehuelches estuvieron concentrados aquí.”
Cabe señalar que esta acción fue socializada con un grupo de personas mapuches que aún habitan la zona, quienes recibieron el gesto artístico con el grito ceremonial Afafán, expresión ritual empleada en ceremonias solemnes de especial importancia para el pueblo mapuche. Por respeto a las prácticas territoriales, este momento no fue registrado, dado que la comunidad consideró que su gesto no debía ser utilizado como recurso expositivo.





